Translate

Espinoso limbo del oscuro presente

Dormir en el espinoso limbo
de los sueños suaves y acogedores,
mimando lo que fue, lo que no
y lo que podría haber sido.

Acariciando el deseo de un aroma,
de esa dulzura agria conocida por el alma,
recordando lo que fue, lo que no
y lo que podría haber sido.

Buscando a ciegas claras
la piel tersa y masculina,
sintiendo lo que fue, lo que no
y lo que podría haber sido.

Amando, deseando, gozando
aquello que ya no puedo sentir,
que busco en el aire irrespirable,
en la oscuridad pasada, muy presente.


Sandra Brun

Vida y Vivos

Quienes nos tomamos la vida en serio
tenemos un problema grave:
los Vivos se nos ríen en la cara.

En tí

En tu tranquilidad,
mi reposo.

En tus rebeldías,
mi fuerza.

En tu calma,
mi relajo.

En tus gritos,
mi llanto.

" En tí ". Sandra Brun

Fábrica de ilusiones.Construcción de sueños

Por mis manos respiran las aventuras,
que fabrica mi corazón con ilusiones.
Por mis ojos escapan destellos de energía
que se contruyen de sueños y emociones.
 
Con mis ojos llenos de cristales de avidez,
con respiración de soles, planetas y lunas,
con manos para tocar, admirar y descubrir,
con corazón repleto de brillo de estrellas.

Cada mañana suspirando por la risa,
sin temores, dudas, ni problemas,
salto de la cama para abrazar a la vida
llena de compañía, dulzura de almas amigas.

Miro al bravío océano a navegar,
con olas gigantes a combatir
mientras pienso en el super barco
que está justo ahí, en mi calcetín.

Toco los controles de la nave espacial
que comparto con los copilotos,
mientras nuestros padres vigilan
que Marte no se convierta en alborotos.

Por mis manos respiran las aventuras,
que fabrica mi corazón con ilusiones.
Por mis ojos escapan destellos de energía
que se contruyen de sueños y emociones.

Con mi mochila llena de vida y ganas,
con mi galaxia convertida en placeres,
con mis palacios y castillos custodiados
por dragones de niñez, sueños e ilusiones.


 
"Fábrica de ilusiones. Construcción de sueños".  Sandra Brun





Volando en deseos

Flotando en las nubes del presente
con la mirada en el claro futuro.
Saber que las alas son nuestras
sin saber ni querer de lo oscuro.

"Volando en deseos". Sandra Brun. 2013

Me debo a tí, mamá

Mamá te debo la constancia, 
el esfuerzo, el sentir,
los pasos y los vuelos,
la calma del ir y venir.

Son tuyos mis ojos 
y la mirada relajada
que más de una vez
te busca por la posada.

Te debo mi corazón
que con calidez intenta
ser buena madre y así
seguir tu ejemplo de plata.

Son tuyas mis manos
y el trabajo del día a día
que me acercan a la imagen
dibujada en mi deseo y utopía.

Te debo mil "Gracias",
"Te necesito", "Te quiero".
Te debo mi vida y mi crecer,
mis sueños, a tí madre de oro.



Campana de cristal

Cómo me gustaría saber trabajar el cristal,
diseñar campanas adecuadas para protegerte,
para aislarte de tanto golpe y dolor,
y ajena a este despliegue de lágrimas mantenerte.

Crear un escudo invisible sobre tu corazón
para que nada te raje los sentimientos dulces,
que te corte los sueños de un plumazo,
no te cierre, sin aviso previo, tus planes.

Colaborar en cubrir de sedas rosas tu camino
y forrar de dulces melodías las cajas de amistades,
pintar con miel tu día y cada día de tu vida,
dejando en tu vivir una sonrisa en tu alma y sus redes.

Humanamente imposible aunque altamente deseable,
afectivamente amado pero realmente una utopía.
Un abrazo, un beso y mil millones de "Te quiero"
que caminen contigo y abracen ese corazón sin fantasía. 


para Liseth Brun

Sandra Brun






Vomitar conceptos

Ya me gustaría vomitar conceptos
que lleguen al estómago de tu vida,
pasando por tu cerebro.

Vivir

Camino por caminar.
Miro por mirar.
Respiro porque hay mucho
por lo que suspirar.

A la guerra

Días antes te sentías grande
porque ya llegabas a esa edad
en la que te podías sacar el carnet.

Días antes sentías que tenías tu vida,
que eras el Amo y Señor de tu futuro.
Soñabas con todo y más con todo tu Derecho.

Pero tu madre recibió esa carta temida.
Amarillenta ya, destruida de tanto mirarla.
Y con tu campera de cada día saliste por la puerta.

Los sueños se cambiaron y la almohada
se convirtió en frío metal de arma.
Soñabas con todo y más con todas tus fuerzas.

Los sonidos del campo y el canto de las palomas
se convirtieron en dolor de oídos con aroma a balas.
Esa tierra que pisabas eran ya arenas movedizas heladas.

Volviste a ver a tu vieja y esa carta amarilla.
Podés observar las agujas de ese reloj injusto
que marca el tiempo que otros chicos ya no tienen.

Eres ya un hombre grande y dueño de tu futuro,
que puede soñar con todo y más, pero, sobretodo, 
que se respete tu Derecho a vivir y a elegir.